Saltos

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No me dejes caer

Como la sonrisa de después de un beso, así nos quisimos, secuencias, procesos. Rotos como ratas, rechazar su queso, entre bibliotecas de frágiles huesos. Como duchas frías que devuelven vida, en aquellas dosis de tanta alegría, quisimos ser todo y la nada nos pudo, abrimos la herida, los golpes del yugo. Como marineros, cosimos el nudo, atamos los cabos, lo blando y lo duro, zapatos de baile saltando a escondidas, en habitaciones y salas prohibidas. Pensamos y vimos tantas etiquetas, de absurdos vacíos, de malos profetas, quisimos la nada y el todo nos pudo. Si estás hibernando me paso y te ayudo.      Hoy mi cabeza quiere salir contigo de paseo, déjame mostrarte todo lo que vi, navegar juntos por el cielo. No hay mucha gente, ya es tarde aqui, la oscuridad del suelo se ha apoderado de aquella raíz que aún aguanta en su agujero.     Rompimos armarios, abrimos sus puertas, destruímos los moldes de tantas aceras. Sentimos el miedo y quisimos la guerra, vibraron los ojos, temblaron las piernas. Monedas al aire, la suerte esta echada, echas tu energía en cada jugada, por plazas vacías, sin todo lo vivo, alivio en el viento, rostros fugitivos. Fugaces instantes que fueron intensos, tensión en el cuerpo por fuera y por dentro. Los nervios de punta, bailaron los huesos, esclavas del ritmo que marca el progreso. Ser protagonistas, no héroes ni princesas de cuentos lejanos, de historias secretas. Fábulas sin magia, guiones sin reglas, aquí no hay varitas, tampoco sirvientas. Ayunos mentales por las facultades de nuestras ideas y nuestros pilares. Esguinces, mareos, tardes de hospitales, secuelas de aquello que hoy duerme en portales. Portamos el cambio, quisimos ser algo, cambiamos las letras del abecedario. Abismos salvajes, contigo seguro, si estás hibernando me paso y te ayudo.   Hoy mi cabeza quiere salir contigo de paseo, déjame mostrarte todo lo que vi, navegar juntos por el cielo. No hay mucha gente, ya es tarde aqui, la oscuridad del suelo se ha apoderado de aquella raíz que aún aguanta en su agujero. Quiero que no me dejes caer, continuemos juntos en este barquito de papel mezlando nuestras manos, pues así un día hicimos crecer todos nuestros deseos, trazar la vida pintando colores, como dos buenos hermanos.