Ya no diré adiós, mejor hasta luego, pues se que algún día nos encontraremos, de nuevo. Cada una marca un rumbo y dibuja su camino, la nostalgia del adiós alimentó el mío. Gracias por haber estado ahí, por hacerme sonreir, por todos esos momentos que quedaron para siempre, el álbum de los recuerdos que se graba ahora en la mente, por haber formado parte de mis horas y mi tiempo, por compartir los momentos, por dejaros el aliento, por construir juntas un mundo de ideas en movimiento. Por vencer al aislamiento, romper vallas y cemento, de la celda de esa cárcel que todas llevamos dentro. Sobran palabras en el intento de esto que sale desde el corazón, chavalas rebeldes, chavales honestos: días de guerra, noches de amor.
Caminos