Fragmentos

Nebulosas despedidas sin decir adiós.

Se cruzaron nuestras vidas en cuatro segundos.

El césped allí, vibró el altavoz, que nos marcaba el latir de los ecos de los mundos. Que quisimos compartir. El silencio de tu voz, los latidos de mi rumbo, la comedia del vivir. Vibro el altavoz.

Ya estaban ahí, antes de que tú llegases a mi cabeza. Ya estaban allí, antes de que tú me robases las certezas.

Fragmentos de vida a nuestro alrededor.

No duraron ni tan solo unos cuatro segundos.

Desvaneció allí, soñé con tu voz y un silencio tan intenso que eclosionó alrededor. La columna de tu escena, el retrato de tu olor, las mentiras en la cena, los pasillos sin color. Vibró el altavoz.

Seguir creciendo en contenedores, tan contenidos para que no crezcan. De los cimientos crecieron flores, de los errores las apariencias. Esencia en blanco, folios vacíos, vicios enormes, fallos prohibidos. De esa mirada surgió la duda, de tus encantos llené mi hastío.

Esas chicas raras, esos chicos locos, que se fijan en detalles que interés causan a pocos. Que arriesgan sin fichas, que juegan sin cartas, el combate es duro y a veces te apartas…