La energía se acabó, ya no tienes más
suenan las alarmas de tu soledad.
Quién puede afirmar que está bien o mal
quién puede sentirse libre para no juzgar.
Muchas horas sin dormir, la cabeza te traiciona
y los gritos que allí viven quieren escapar
alcanzar ese lugar donde brillan las farolas
en las noches que hablabas a solas.
Universos infinitos, cada loco con su tema
vidas paralelas, bajadas de intensidad
rotos en añicos, el corte en las yemas
una espiral que envenena.
No puede ser sano vivir adaptado
a un sistema enfermo de tortura y sumisión
no cesan los rayos, se oyen los disparos,
el silencio que acompaña los tormentos de esa voz.
Construidos en ladrillos de los social
una cárcel invisible que no logras derribar
quien ha dicho que, se existencia no es real
quien puede sentirse a salvo en ese lugar.
Muchas horas sin dormir, la cabeza te traiciona
y los gritos que allí viven quieren escapar
abandonar lugar donde no pasan las horas
en las noches que hablabas a solas.
Universos infinitos, cada loco con su tema
vidas paralelas, bajadas de intensidad
y todo vuelve a temblar, cuando el sol se apaga
vértigos y oscuridad, y otra vez vuelve a empezar.
No puede ser sano vivir adaptado
a un sistema enfermo de tortura y sumisión
no cesan los rayos, se oyen los disparos,
el silencio que acompaña los tormentos de esa voz.