Atlántico

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Domingos de sol, martes de café. El tajo en el horizonte estático y fiel. Malgastamos el futuro, pasa a todas, no lo crees. Que la vida son dos días y ya he perdido tres. Escribir terapias, intentar vivir al cien, palabras de ayuda para sentirse bien. Medicina curativa, nada más, sobrevivir, aunque sobren los motivos, a veces cuesta seguir. Tragarse el orgullo, cada una lo suyo, es más fácil decir a la mierda todo y huyo. Pero que de veras, hay que dar la cara, el río está sucio y su corriente brava. Divagamos por las noches recorriendo aceras, naufragamos y perdimos tesoros en mil botellas. Las batallas de los nadie que no salen en los mapas, las victorias tan hermosas que no cuentan en sus aulas. Y saltamos las señales de semáforos mentales, invertimos en esfuerzo por disturbios escolares. Invertidas, rompepatrias, los sectores marginales, no queremos que sus cartas entren en nuestros portales. Difícil de imaginar los viajes de estos sonidos, dónde irán estas canciones y si abrigarán oídos. Si se encuentra con tus brazos espero que las abraces pues ellas hablan de ti, de tu fuerza y tu coraje. Un latido intenso que espero que no desangre, que te llene de energía y que reservas recargue. Hay que ponerse las pilas, mejor rodeado de amigas, cada una con sus tiempos, mejor lento que fatigas. Posiciones enfrentadas entre calma y velas, el otoño está que arde, siente, ama y vuela. Ideas que evolucionan, todo se transforma, en un viaje no lineal, carente de normas. Dímelo, siéntelo, vámonos. Bombo, caja y prisa. Hazlo, resiste y a lo mejor, brotan las sonrisas. Sigo buscando la inspiración, entre las cenizas del susurro a gritos del corazón, ni templos ni misas. Confía en tu instinto y a lo mejor, alcanzas tus deseos, será mejor arriesgarse que arrepentirnos luego. En el armario solo hay color, ya me cansé del negro, las apariencias no te hacen ser. Todo se lleva dentro. Veintitrés es mucho tiempo, depende como lo mires, inflexiones, nacimientos, coges aire y sigues. Y perdimos tantas cosas que casi ya ni me acuerdo, de los tragos y las nubes uno nunca sale ileso. Vidas tan distintas, me pasa con mucha gente, pero mejor lo asumimos que luego rechinar dientes. Desearía estar cercano, que no fuese cocinado, pero son ya muchos años, mucho dentro asimilado. La distancia hace milagros o sino lo cura el tiempo, hablo de él en muchas letras porque es un gran alimento. No dejes que se congele, se pase ni se queme, reciclalo cuando puedas y no pagues por tenerle. Sentimientos fermentados, acidez, dulce y amargo, amalgamas de bocetos fluyen en el cuadro. Metafísica del alma, corazones en alarma, tal vez mañana haya golpes o solo encuentres la calma. La comuna en la memoria, dibujando resistencias, controlaron nuestros cuerpos entre la historia y la ciencia, comunidades de lucha, paciencia tras la capucha, que no entiende de barreras, es complicidad y escucha. Esperamos tantas veces que espero volver a amarte, que no caduquen tus ramas del árbol de tu presente, no más luces cegadoras, no más disparos de nieve, porque quiero verte tanto, porque quiero verte siempre.

Cafeteras

cafeteras

Echo de menos tu calma y tu olor, en noches mojadas de tacto y calor. Mezclando pasiones, desvanes, rincones, la risa, tu cara, tu respiración. Impulsos de vida, dibujar salidas, los pelos de punta erizan las heridas, siguen escondidas las llaves del cofre, confía en lo que eres, mejor nos iría. Octubre será lo que quiera ser, si soy o ya no, aquello que fúi, trazos del ayer se puntan en mí, mi cuerpo no sabe que coño hace aqui. As ruas, las prisas, luces y avenidas, el frío, la noche, seguir cuesta arriba. Estrellas feroces, pídeme un deseo, deseo que seas como quieras serlo. Quizás atrapados por unas ideas, ponerlas en marcha genera secuelas, se cuela el tormento del miedo inseguro, cómo ser salvajes rodeados de muros. Muévanse las cuerdas, dinámica inversa, explota la mezcla, química imperfecta, choques de cerbros, ideas abiertas, el vuelo perfecto no entiende de reglas. Uniones y polos, vidas covalentes, redes de cristales penetran la mente, la nube del oro, los cantos del coro, los muchos fragmentos construyen el todo. Perdimos pasados por miedo al futuro, dudamos de todo, quisimos ser duros y en duras nos vimos envueltos, giros de la noria, instantes revueltos. Tu pones el ritmo que yo traigo el blues, parecen felices en ojos ajenos. Color, maquillaje sobre fondo azul, oculta la esencia del dolor interno. Tomando de frases, plasmas y mensajes, orgullo cobarde disfraza el coraje, demonios externos intentan quedarse, llegar hasta dentro de cuevas mentales. Entonces es cuando congelas pasiones, tal vez se derritan pronto los mecheros, pasajes helados, fósforos ardiendo, el viaje hacia ti repleto de agujeros. Víctimas de escenas, esclavas y audiencias, sus ritos, sus trajes, sus vidas, sus cuentas. Porque todo cuenta y a veces lo evito, murmullo y barullo, correr despacito. Entonces es cuando congelas pasiones, tal vez se derritan pronto los mecheros, pasajes helados, fósforos ardiendo, el viaje hacia ti repleto de agujeros. Esperé sentado y no apareciste, parece que había mejores opciones, buscando culpables perdimos el rato, en focos oscuros que ciegan el tacto. No volveré a hablarte, ya se como piensas, tampoco a quererte pues se que me quieres. No quiero escucharte, te lo dije todo. Seres de otros mundos, galaxias y globos. Sonidos antiguos, el fuelle del pulso, mirando al pasado sin perder el rumbo, anhelas aquello que nunca te dieron, pues todas desean lo que no tuvieron. El mundo congela, mantén el calor, quietos y atrapados, barreras y tapias, alguna herramienta contra este dolor, pues esto que escribo es mi propia terapia. Detener el tiempo en miles de segundos, encontré mi sitio y quiero que me cunda, volviendo hacia casa pensando en todo esto, tras muchas derrotas y varios intentos. Querer ser honestas, poner nuestro esfuerzo, que duele y escuece seguir el intento, mirar hacia arriba para sentirnos algo, muchas las caídas, hay que dar el salto.

Pájaros sin jaula

mayo

Y aquí seguimos en guerra contra la dominación, contra la miseria, el miedo y el poder. Con ganas de alcanzar aquello que tanto soñamos, lo que tanto debatimos, por lo que día a día luchamos. Todo se vuelve difícil en el lado perdedor, pero siento que aún hay fuerzas, ganas y valor. Caminando de la mano, esperando el momento de batir nuestras alas y volver a enfrentarnos. Corazones ingobernables, la rabia que prende en cada pueblo, en cada calle, en cada revuelta, un sentimiento de acabar con lo que nos ahoga y lo que nos aprieta. Te levantas de la cama sin ganas de continuar, otro día como el resto, te planteas abandonar, pero la unión con las tuyas es más fuerte cada vez y una sonrisa en tu cara te hace no retroceder. Cada día coges fuerzas para seguir el camino, para romper las cadenas y luchar contra el abismo, acabar con los esquemas de autoridad y opresión. Te dire para que nacimos, para acabar con toda la dominación. Todas las paredes que nos quedan por pintar, todos los fanzines que quedan por escribir, todas las canciones que nos quedan por cantar y los paseos en bici a la orilla del canal. Todos esos parches que nos quedan por coser, todas las recetas que quedan por compartir, todos esos sueños que quedan por alcanzar, junto a tí.

Saltos

saltos

No me dejes caer

Como la sonrisa de después de un beso, así nos quisimos, secuencias, procesos. Rotos como ratas, rechazar su queso, entre bibliotecas de frágiles huesos. Como duchas frías que devuelven vida, en aquellas dosis de tanta alegría, quisimos ser todo y la nada nos pudo, abrimos la herida, los golpes del yugo. Como marineros, cosimos el nudo, atamos los cabos, lo blando y lo duro, zapatos de baile saltando a escondidas, en habitaciones y salas prohibidas. Pensamos y vimos tantas etiquetas, de absurdos vacíos, de malos profetas, quisimos la nada y el todo nos pudo. Si estás hibernando me paso y te ayudo. Hoy mi cabeza quiere salir contigo de paseo, déjame mostrarte todo lo que vi, navegar juntos por el cielo. No hay mucha gente, ya es tarde aqui, la oscuridad del suelo se ha apoderado de aquella raíz que aún aguanta en su agujero. Rompimos armarios, abrimos sus puertas, destruímos los moldes de tantas aceras. Sentimos el miedo y quisimos la guerra, vibraron los ojos, temblaron las piernas. Monedas al aire, la suerte esta echada, echas tu energía en cada jugada, por plazas vacías, sin todo lo vivo, alivio en el viento, rostros fugitivos. Fugaces instantes que fueron intensos, tensión en el cuerpo por fuera y por dentro. Los nervios de punta, bailaron los huesos, esclavas del ritmo que marca el progreso. Ser protagonistas, no héroes ni princesas de cuentos lejanos, de historias secretas. Fábulas sin magia, guiones sin reglas, aquí no hay varitas, tampoco sirvientas. Ayunos mentales por las facultades de nuestras ideas y nuestros pilares. Esguinces, mareos, tardes de hospitales, secuelas de aquello que hoy duerme en portales. Portamos el cambio, quisimos ser algo, cambiamos las letras del abecedario. Abismos salvajes, contigo seguro, si estás hibernando me paso y te ayudo. Hoy mi cabeza quiere salir contigo de paseo, déjame mostrarte todo lo que vi, navegar juntos por el cielo. No hay mucha gente, ya es tarde aqui, la oscuridad del suelo se ha apoderado de aquella raíz que aún aguanta en su agujero. Quiero que no me dejes caer, continuemos juntos en este barquito de papel mezlando nuestras manos, pues así un día hicimos crecer todos nuestros deseos, trazar la vida pintando colores, como dos buenos hermanos.

Cicatrices

cicatrices

Ya no me quedan fuerzas para ir a quemar el mundo y así volver a construirlo a nuestra manera, pronto llega el invierno, se encienden las hogueras, el calor de las mentes que mantenían un rumbo. Dame una canción para alegrarme el día que cosas amargas ya tenemos demasiadas, te regalo el ritmo que mueve mi sangre, el bombo del corazón a golpe de graves. Recuerdo tus ojos, perdidos en la masa, esa piel quemada, volver juntos a casa, despertar soñando, volando por las nubes, lo que nunca fué, lo que jamás tuve. A veces esperar no es la única batalla que podemos librar sin pensar en las medallas, dame el tiempo que no te haga falta, quiero gastarlo, infinito es demasiado el precio para pagarlo. Seguir deambulando por grises carreteras, la luz de la luna, brillantes las estrellas, abrazos bajo el sol, en playas escondidas, cantar una canción, reírnos de la vida. Bailar hasta caernos de cansancio en las piernas, conectar nuestras mentes a golpe de cadera, sentir el frío juntos, contigo es más sencillo, pasiones clandestinas, ¿quién necesita anillos? Comernos por rincones, desayunando versos, en sucios callejones, corazones perversos. Mentiras y verdades de una tarde cualquiera, heridas que se cierran, no siempre a la primera.

Outono

outono

Puntos de Sutura II

La nostalgia del otoño sobre las hojas del suelo, acaricia un pájaro que perdió su vuelo. Nos haremos viejas, seremos abuelos, quizás algún día halles los consuelos. Las primeras lluvias, emigran las golondrinas,el sol se apaga temprano, el verano es un recuerdo. Melancólica memoria, soplando por las esquinas, giratorios los proyectos, proyecciones de energía. Ya no se cuantas canciones escuché la última noche, solo sé que caí profundo soñando con tu sonrisa. Peligrosos laberintos sin carreteras ni coches, el tráfico es denso y tenemos prisa. Ya no se cuantos tinteros malgasté en tratar de hablarte, porque quizás nunca supe si ecuchaste mis mensajes. Sigue un viaje, una aventura, que se pierde como el fuego, de entrañas tan apagadas por los nervios y los miedos. Hablo en primera persona, no por ego solo ganas, de decirte lo que siento en palabras ordenadas. Y ya que sobran miradas para decirlo a la cara, me consuelo en un cuaderno mientras la vela se acaba. Lo estático del subsuelo, pisar el temblor mojado, desgastados pavimentos, las fotos y el decorado. Malgastamos el momento pisando siempre al de al lado, miramos para otro lado, no vivimos solo vamos. Marionetas y disfraces, masacres con antifaces, tus amigas me han contado que adoran que las abraces. Claro que importan ideas que destruyan engranajes, pero lo más importante es sin duda lo que haces. Mariposas voladoras que me quitaron el hambre, la verdad desgarradora, sociedad de alambre. Ganamos tantas derrotas entre párrafos y asfaltos, privadas de lo común, el podio quedó muy alto. Ni trepar, no hay que intentarlo, mejor me quedo creciendo, con las mías desde abajo, mejorando en cada intento. Amarrado no es posible continuar con los aciertos, levantarse cada día con impulsos y proyectos. Aquí no importa la altura, solo quiero disfrutarlo, para seguir caminando, reconozcamos los fallos. Pues aquí o jugamos todas o pinchamos la pelota, es la insurrección que viene, la revuelta en cada nota. Mientras tanto aquí esperamos, que no de brazos cruzados, conspirando en nuestro bando, intelectuales y raros. La empatía en cada trago, incoherencias hay muchas, pero no voy a callarme, esa no es mi lucha. Ya nos conocemos todas, ya sabemos nuestros palos, intentar la nueva baza, la partida no ha acabado. Me quedo con lo bonito, para incluirlo en cada tramo, un punto y seguido escribo, trazos en el calendario.

La inspiración de un nuevo otoño, las hojas cubren el asfalto y todo parece seguir el cauce y la corriente de este río sucio y seco.

Amanecer Bailando

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Deseaba no haber visto sangrar tus heridas y que Amy Winehouse siguiera con vida, para con su voz reírse del mundo, su garganta soul abrigó mi rumbo. Charlar con colegas, sin ellas me hundo, la amistad se forja siempre en lo profundo, conciertos de jazz, los lunes al swing, y querer bailarlo siempre hasta el fin. Sonidos de funk prenden en latir, yo no digo pank, eso no va en mí, la academia me enseñó muchas normas a seguir, yo no quiero obedecer, eso no es vivir. Como el contratiempo de un buen ritmo reggae, bailar en la calle siempre que no llueve, pero tu tranquila, eso aquí es frecuente, la sequía de estas tierras es como su gente. Luchando de nuevo contra la gravedad, como lo hace el juego de ese malabar, las narices rojas no son de alegría, busca tu equilibrio siempre en esta vida. Como alcanzar sueños y la coherencia, en este pasillo, si no encuentro las puertas, esto no es sencillo nunca dije que lo fuera, pues no me deja dormir, se me nota en las ojeras. Cuestión de existencia o de supervivencia, intentando ser yo mismo y no vivir de apariencias, cuestión de existencia que no de arrogancia, charlar con el interior a pesar de la distancia. Me enamoro más en invierno que en primavera, sangre altera en el otoño de esta tormenta, el verano trae la nostalgia y sus aguas bravas, el recuerdo de aquellos días, dulces fragancias. Cristales empañados de aquella cocina, abrazar otro boli buscando nuevas rimas, poetas urbanos contagiando las paredes, romper lo cotidiano, no siempre bueno es breve. Prefiero lo profundo que no superficial, cual barco navegar por aguas de este mundo, horas de biblioteca rodeado de libros viejos, la angustia de sus caras, el miedo en sus reflejos. Menos Platón y más Foucault, menos doctrina y más corazón, menos despachos más emoción, menos baladas más reggae. Basta ya de cosas tristes, de cuestiones grises, en un árbol que no crece pues no hay fuerza en sus raíces, el asfalto las aprieta, nunca desesperes, espero que lleguéis a la línea de la meta. Los ojos escuecen, demasiado cloro, valora el momento que luego envejeces, pues tampoco olvides que tu tiempo es oro, la libertad no se gana con debates en un foro.

Nómadas de primavera

abril

Como los rayos de luz en primavera, como aquella brisa fresca que crecía en tu jardín, nómadas y vagabundos compartiendo aceras, el guión de una secuencia que no tiene fin. El dolor de un músculo frágil cansado de esperar, las paredes desgastadas que decoran la ciudad, laberintos sin salida, agua, barro y lluvia, los abrazos de esas noches que podíamos volar. Las canciones de esas tardes que llenaban horas, entre bailes y caidas del despertador, las sonrisas y miradas dulces que enamoran, las batallas que libramos por ganar a la razón. El aroma de tu rostro que desprende fuerza, las farolas que iluminan suavemente el interior, pedaladas entre coches sintiéndonos vivos, caminando lentamente sin ninguna dirección. Los secretos de esos libros que nos regalaron universos paralelos para pasar a la acción, los recuerdos de esos días buscando algo nuevo entre el polvo y el olvido almacenado en un cajón. El placer de estar despierto en este cementerio de cadenas invisibles, de sus templos y colegios, la ideas divertidas para nunca seguir cuerdos, la memoria de momentos de locura y emoción. Deliciosas melodías que cantamos juntos, atardeceres hermosos como el calor de un hogar, las estrellas que nos guían en este desierto, las miradas tan intensas que no podías evitar. Los cafés de las mañanas, de las tardes y las noches, entre el fuego y esa risa que solías susurrar, las historias increíbles que me contaste al oído, los latidos de una mente que soñaba con volar.

Resquicios de junio

julio

Valora el tiempo que luego pasa, jugar con fuego a veces te quema, platos vacíos, neveras llenas, tragos amargos para la cena. Arrastrados como mugre, por el suelo, gatos callejeros escondidos entre coches. Hace ya unos meses que me perdí en este juego y encima me lo recuerdas revolviendome las noches. Pierdo el tiempo pensando en mil movidas, pisar suelo y tierra siempre es complicado, nada más efímero que aquellos días, demasiado intensos, demasiados. Crecí jugando en estas calles que hoy observo tras la ventana, soñábamos con volar libres pero se nos quedó en las ganas. Abrazarse a uno mismo es lo poco que nos queda, tampoco me visitaste en esta primavera. Las plazas sueñan, gritan, ríen, lloran, la piel resiste al paso de las horas. Existencia existencial, el futuro en el abismo, junio se acabó, el reloj corre deprisa, hacer falta amor, hace falta risa, menos delegar, más hazlo tu mismx. Vibran los oídos, pitan sus latidos, dolor en las piernas, eso es estar vivo, mucho mucho sol para poca claridad, ganas de saltar a pesar de tropezar. Historias tristes como canciones de Eskorbuto, la libertad de construye minuto a minuto, que el futuro es incierto y nadie sabe que vendrá, miro al horizonte, ganas de pelear. Agoté todas las cartas en una partida muda, lenguas que en silencio callan y prefieren no escuchar. Ciegos que esquivan miradas, candados que encierran dudas, el mensaje de esos labios que no supe descifrar. Puñaladas desangran lo que queda de paciencia, la soledad de quienes forman resistencias, que sin mirar se vive más tranquilo pero callar nunca me pareció divertido. Apenas quedan palabras ya en el diccionario, se escaparon ayer corriendo tras la ventana, calle abajo las persigo, nos las puedo alcanzar. Poesía en Nueva York, a ritmo de trompeta, la densidad sonora, vanguardias de profetas, el ritmo de una lucha, el pulso de una vida que no se quiere parar.

28 de Noviembre

28nov

Con los ojos por el suelo voy buscando tu mirada, como el calor al invierno, como un lobo a su manada. En la cabeza recuerdos de una atmósfera empapada, el reflejo de tu rostro en la calma acelerada. Poniendo sonido al mundo, intentar seguir un rumbo, disfrutar de la tormenta y en las venas cumbia. Somos bestias atrapadas, entropía acumuluda, un océano de dudas, un camino en la distancia. El olor de los fracasos como quien lo ahoga en un vaso, las ralladas de la vida que mi mente esquiva, o lo intenta al menos, claro. Y las dudas no se aclaran, en un otoño de náufragos el dolor no para. Y los años no perdonan, con los golpes en la cara, demasiadas cicatrices y la vida pasa. Cientos de cuadernos de palabras sin sentido, cuando el corazón se apaga en la lucha del instinto, cuando la pasión se muere, se congela, el fuego no se enciende en la leña de la hoguera. Poniendo sonido al mundo, intentar seguir un rumbo, disfrutar de la tormenta y en las venas cumbia. Yo me quedo con los míos, con sus pájaros y nubes, porque al menos no aceptamos llamar vida a servidumbre. Por cada sonrisa y gesto, por cada acto de afecto, me recuerda que estoy vivo y por eso le echo el resto.

Dieciséis amaneceres y los que hagan falta…