Cicatrices

cicatrices

Ya no me quedan fuerzas para ir a quemar el mundo y así volver a construirlo a nuestra manera, pronto llega el invierno, se encienden las hogueras, el calor de las mentes que mantenían un rumbo. Dame una canción para alegrarme el día que cosas amargas ya tenemos demasiadas, te regalo el ritmo que mueve mi sangre, el bombo del corazón a golpe de graves. Recuerdo tus ojos, perdidos en la masa, esa piel quemada, volver juntos a casa, despertar soñando, volando por las nubes, lo que nunca fué, lo que jamás tuve. A veces esperar no es la única batalla que podemos librar sin pensar en las medallas, dame el tiempo que no te haga falta, quiero gastarlo, infinito es demasiado el precio para pagarlo. Seguir deambulando por grises carreteras, la luz de la luna, brillantes las estrellas, abrazos bajo el sol, en playas escondidas, cantar una canción, reírnos de la vida. Bailar hasta caernos de cansancio en las piernas, conectar nuestras mentes a golpe de cadera, sentir el frío juntos, contigo es más sencillo, pasiones clandestinas, ¿quién necesita anillos? Comernos por rincones, desayunando versos, en sucios callejones, corazones perversos. Mentiras y verdades de una tarde cualquiera, heridas que se cierran, no siempre a la primera.

Outono

outono

Puntos de Sutura II

La nostalgia del otoño sobre las hojas del suelo, acaricia un pájaro que perdió su vuelo. Nos haremos viejas, seremos abuelos, quizás algún día halles los consuelos. Las primeras lluvias, emigran las golondrinas,el sol se apaga temprano, el verano es un recuerdo. Melancólica memoria, soplando por las esquinas, giratorios los proyectos, proyecciones de energía. Ya no se cuantas canciones escuché la última noche, solo sé que caí profundo soñando con tu sonrisa. Peligrosos laberintos sin carreteras ni coches, el tráfico es denso y tenemos prisa. Ya no se cuantos tinteros malgasté en tratar de hablarte, porque quizás nunca supe si ecuchaste mis mensajes. Sigue un viaje, una aventura, que se pierde como el fuego, de entrañas tan apagadas por los nervios y los miedos. Hablo en primera persona, no por ego solo ganas, de decirte lo que siento en palabras ordenadas. Y ya que sobran miradas para decirlo a la cara, me consuelo en un cuaderno mientras la vela se acaba. Lo estático del subsuelo, pisar el temblor mojado, desgastados pavimentos, las fotos y el decorado. Malgastamos el momento pisando siempre al de al lado, miramos para otro lado, no vivimos solo vamos. Marionetas y disfraces, masacres con antifaces, tus amigas me han contado que adoran que las abraces. Claro que importan ideas que destruyan engranajes, pero lo más importante es sin duda lo que haces. Mariposas voladoras que me quitaron el hambre, la verdad desgarradora, sociedad de alambre. Ganamos tantas derrotas entre párrafos y asfaltos, privadas de lo común, el podio quedó muy alto. Ni trepar, no hay que intentarlo, mejor me quedo creciendo, con las mías desde abajo, mejorando en cada intento. Amarrado no es posible continuar con los aciertos, levantarse cada día con impulsos y proyectos. Aquí no importa la altura, solo quiero disfrutarlo, para seguir caminando, reconozcamos los fallos. Pues aquí o jugamos todas o pinchamos la pelota, es la insurrección que viene, la revuelta en cada nota. Mientras tanto aquí esperamos, que no de brazos cruzados, conspirando en nuestro bando, intelectuales y raros. La empatía en cada trago, incoherencias hay muchas, pero no voy a callarme, esa no es mi lucha. Ya nos conocemos todas, ya sabemos nuestros palos, intentar la nueva baza, la partida no ha acabado. Me quedo con lo bonito, para incluirlo en cada tramo, un punto y seguido escribo, trazos en el calendario.

La inspiración de un nuevo otoño, las hojas cubren el asfalto y todo parece seguir el cauce y la corriente de este río sucio y seco.

Amanecer Bailando

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Deseaba no haber visto sangrar tus heridas y que Amy Winehouse siguiera con vida, para con su voz reírse del mundo, su garganta soul abrigó mi rumbo. Charlar con colegas, sin ellas me hundo, la amistad se forja siempre en lo profundo, conciertos de jazz, los lunes al swing, y querer bailarlo siempre hasta el fin. Sonidos de funk prenden en latir, yo no digo pank, eso no va en mí, la academia me enseñó muchas normas a seguir, yo no quiero obedecer, eso no es vivir. Como el contratiempo de un buen ritmo reggae, bailar en la calle siempre que no llueve, pero tu tranquila, eso aquí es frecuente, la sequía de estas tierras es como su gente. Luchando de nuevo contra la gravedad, como lo hace el juego de ese malabar, las narices rojas no son de alegría, busca tu equilibrio siempre en esta vida. Como alcanzar sueños y la coherencia, en este pasillo, si no encuentro las puertas, esto no es sencillo nunca dije que lo fuera, pues no me deja dormir, se me nota en las ojeras. Cuestión de existencia o de supervivencia, intentando ser yo mismo y no vivir de apariencias, cuestión de existencia que no de arrogancia, charlar con el interior a pesar de la distancia. Me enamoro más en invierno que en primavera, sangre altera en el otoño de esta tormenta, el verano trae la nostalgia y sus aguas bravas, el recuerdo de aquellos días, dulces fragancias. Cristales empañados de aquella cocina, abrazar otro boli buscando nuevas rimas, poetas urbanos contagiando las paredes, romper lo cotidiano, no siempre bueno es breve. Prefiero lo profundo que no superficial, cual barco navegar por aguas de este mundo, horas de biblioteca rodeado de libros viejos, la angustia de sus caras, el miedo en sus reflejos. Menos Platón y más Foucault, menos doctrina y más corazón, menos despachos más emoción, menos baladas más reggae. Basta ya de cosas tristes, de cuestiones grises, en un árbol que no crece pues no hay fuerza en sus raíces, el asfalto las aprieta, nunca desesperes, espero que lleguéis a la línea de la meta. Los ojos escuecen, demasiado cloro, valora el momento que luego envejeces, pues tampoco olvides que tu tiempo es oro, la libertad no se gana con debates en un foro.

Nómadas de primavera

abril

Como los rayos de luz en primavera, como aquella brisa fresca que crecía en tu jardín, nómadas y vagabundos compartiendo aceras, el guión de una secuencia que no tiene fin. El dolor de un músculo frágil cansado de esperar, las paredes desgastadas que decoran la ciudad, laberintos sin salida, agua, barro y lluvia, los abrazos de esas noches que podíamos volar. Las canciones de esas tardes que llenaban horas, entre bailes y caidas del despertador, las sonrisas y miradas dulces que enamoran, las batallas que libramos por ganar a la razón. El aroma de tu rostro que desprende fuerza, las farolas que iluminan suavemente el interior, pedaladas entre coches sintiéndonos vivos, caminando lentamente sin ninguna dirección. Los secretos de esos libros que nos regalaron universos paralelos para pasar a la acción, los recuerdos de esos días buscando algo nuevo entre el polvo y el olvido almacenado en un cajón. El placer de estar despierto en este cementerio de cadenas invisibles, de sus templos y colegios, la ideas divertidas para nunca seguir cuerdos, la memoria de momentos de locura y emoción. Deliciosas melodías que cantamos juntos, atardeceres hermosos como el calor de un hogar, las estrellas que nos guían en este desierto, las miradas tan intensas que no podías evitar. Los cafés de las mañanas, de las tardes y las noches, entre el fuego y esa risa que solías susurrar, las historias increíbles que me contaste al oído, los latidos de una mente que soñaba con volar.

Resquicios de junio

julio

Valora el tiempo que luego pasa, jugar con fuego a veces te quema, platos vacíos, neveras llenas, tragos amargos para la cena. Arrastrados como mugre, por el suelo, gatos callejeros escondidos entre coches. Hace ya unos meses que me perdí en este juego y encima me lo recuerdas revolviendome las noches. Pierdo el tiempo pensando en mil movidas, pisar suelo y tierra siempre es complicado, nada más efímero que aquellos días, demasiado intensos, demasiados. Crecí jugando en estas calles que hoy observo tras la ventana, soñábamos con volar libres pero se nos quedó en las ganas. Abrazarse a uno mismo es lo poco que nos queda, tampoco me visitaste en esta primavera. Las plazas sueñan, gritan, ríen, lloran, la piel resiste al paso de las horas. Existencia existencial, el futuro en el abismo, junio se acabó, el reloj corre deprisa, hacer falta amor, hace falta risa, menos delegar, más hazlo tu mismx. Vibran los oídos, pitan sus latidos, dolor en las piernas, eso es estar vivo, mucho mucho sol para poca claridad, ganas de saltar a pesar de tropezar. Historias tristes como canciones de Eskorbuto, la libertad de construye minuto a minuto, que el futuro es incierto y nadie sabe que vendrá, miro al horizonte, ganas de pelear. Agoté todas las cartas en una partida muda, lenguas que en silencio callan y prefieren no escuchar. Ciegos que esquivan miradas, candados que encierran dudas, el mensaje de esos labios que no supe descifrar. Puñaladas desangran lo que queda de paciencia, la soledad de quienes forman resistencias, que sin mirar se vive más tranquilo pero callar nunca me pareció divertido. Apenas quedan palabras ya en el diccionario, se escaparon ayer corriendo tras la ventana, calle abajo las persigo, nos las puedo alcanzar. Poesía en Nueva York, a ritmo de trompeta, la densidad sonora, vanguardias de profetas, el ritmo de una lucha, el pulso de una vida que no se quiere parar.

Caminando

junio

Con los zapatos rotos de tanto caminar, buscando las respuestas difíciles de alcanzar, correr por estas calles para llegar a tiempo, la frescura de los valles, la tortura del cemento. Hoy no quiero dar pedales que prefiero algo de calma, y las luces de la noche peleando con las mañanas, con el humo de los coches axfisiando los pulmones, y es que hay cientos de problemas, también muchas soluciones. Hoy temprano te despiertas y de nuevo en los oídos una canción que no calla, como corriente de un río, solo el ritmo me consigue aliviar el sufrimiento, avanzar por estas calles, conversar con el silencio. Una condena constante se apodera de mis actos, como llanto de aquel niño en los momentos del parto, tu me das tranquilidad en medio de este barullo, menos mal que ya no huyo aunque quisiera escapar. Quiero hablar de relaciones, quiero hablar del día a día, de como reproducimos las miserias de esta vida. Siempre que no dices lo que no quieren escuchar, ¿hace cuánto que no paras un minuto a respirar? Para unos sin importancia, cosas que no hay que tratar, yo prefiero esto mil veces que doctrinas estudiar. Para mí política es cada momento, cuestionar los dogmas, cariño y afecto, tratar a tu gente de manera sana, ten esto presente en cada mañana. Salir del portal en un nuevo día, las calles se llenan de muertos en vida, coges aire y sigues, a pesar de todo, quieres cambiar esto y no encuentras el modo. Es tan importante hablar como escuchar, tan necesario destruir como crear, y necesitamos tanto odiar como amar, pues ya no me vale si no podemos bailar. Cuando callas lo que sientes por miedo a ser rechazado, vivir atrapados por el patriarcado, de verdad conoces los problemas de tu gente, ¿te has parado a hablar con ellos?, sentir frente a frente. Reproducimos los roles que en panfletos despreciamos, asumimos las miserias que en fanzines tanto odiamos, pensando siempre en un futuro que nos ahoga, sin aprovechar regalos que el presente nos otorga. No todo es amargo, hay muchas cosas bellas, sal para ahí afuera y crúzate con ellas, solo recordamos fallos y derrotas, jamás celebramos pequeñas victorias. No conviertas mis palabras en nueva doctrina, es mi visión personal que reflejo en estas líneas, son las notas que componen nuestra sinfonía, salte del compás y recupera tu vida. Es el pentagrama que controla el cuerpo, libera tu mente y a sus movimientos, lo más importante en estos momentos es pasión y mi ganas, amistad y sentimiento. Y mi conclusión de todo este tiempo es que nos sobra la actitud y no faltan los intentos. Y mi decisión para un nuevo día: caminar junto a las mías, disfrutar de la anarquía.

Corazones Entrópicos

piano

Sonidos de piano porque hoy me siento forte, las brújulas que me acompañan no buscan el norte. La niebla en esta ciudad nos congela el alma, las luces de las farolas me conceden su calma. Un disco dando vueltas, acelerando el tiempo, el ruido que desprende resuelve el movimiento. Y si le diste al play ya no los puedes parar, catarsis cerebral, belle epoque, folié à trois. De tanto pensar en tí me encuentro cansado, salpica en el cerebro las gotas de aquel charco. Sentado frente a un cuaderno tengo ganas de contarte lo que dentro me remueve y es lo que quiero mostrarte. Cada ser en este mundo tiene algo que decirte, un montón de pensamientos, muchas formas y mensajes, cada cuerpo es bello y en sí mismo expresa (es presa), aunque no te hicieran saberlo en la escuela. Allí malgastamos muchas horas muertas, entre los pupitres, rodeadas de verjas, moldeando la mente y los sentimientos, a golpe de mando, a golpe de ordeno. Veo a los chavales con miradas tristes, palpando el fracaso en mañanas grises, ya no hay esperanzas, ya no hay horizontes, estos se perdieron tras una pantalla. Ya no hay ideales, ganas de batalla, de enfrentarse a un mundo que nos esclaviza, ya no hay fuerza en barrios, no veo rabia en calles, el muro que nos separa: cada vez más grande. Hay un dogma en este mundo que nos impide crecer, mejor malo conocido que bueno sin conocer, paradigma de esta vida que nos obliga a perder, mejor malo conocido que bueno sin conocer. Seguimos viviendo encerrados en jaulas, aunque estas cada vez parezcan más amplias, y por mucho decorado nada las disfraza, no podéis llamar libertad a la celda que me atrapa. Cada día las personas a sí mismas mienten, nos creemos los engaños aún siendo conscientes, de sentirnos libres pero todas sabemos, que en el rumbo de este barco nos dirigen con sus remos. De creernos libres pero todas sabemos, que en el viaje de la vida nos manejan con sus frenos. De sentirnos libres pero en el fondo sabemos que el auriga de este carro destruyó los sentimientos. Dime por qué en tu corazón ya no hay ganas de guerra, con la derrota que asimilamos viviendo encerrados bajo tierra, ya se apagó esa pasión que habitaba en tu mirada, y soportar, tener que tragar, a pesar de las arcadas.

Sueños de septiembre

septiembre

¿Cuánto dolor podrá soportar esta piel? Cuántas heridas para cicatrizar el alma, de un corazón cansado de escapar sin ver, iluminar la oscuridad de sus entrañas. Lagunas de memoria entre la niebla, trazos de nada entre los adoquines, los tambores que rugían en la guerra de lo profundo de nuestros confines. Detrás de aquel adiós hoy llega un día nuevo, el pulso del reloj, las reglas de este juego, las consecuencias de unas palabras y sus actos, el equilibrio que se funde tras el llanto. Vomitar palabras, me empaché leyendo, leyendas de otros que no andaban cuerdos. Y quién puede serlo, quién quiere quererlo, en un lugar como éste lo raro es estarlo. Inadaptados en nuestra esfera, guetos y muros, realidad paralela, obsesionado con los segundo, grandes preguntas sobre este mundo. La peor de las cadenas es nuestra moral, la de esclavos satisfechos entre la iglesia y el bar, la cabeza estalla, olas golpeando el mar, después de la calma llega la tempestad. Soñé deprisa y ya no me acuerdo, aveces llegan vagos pasajes, locura idiota, tú eres el cuerdo, la cuerda floja de nuestro viaje. Sonreir con fuerza es buena la meta, de quien pelea por lo que siente, de unas ideas que nunca miente aunque no encuentren masas ni gloria. Qué será de nosotras dentro de unos años, llenando de tinta tantos calendarios, solo quedará el reflejo de nuestros gestos, solo quedará lo hermoso de nuestros actos. Actuaciones donando sonrisas, es el motor que mueve mis adentros, gritos de rabia momentos de risa, brisa de agosto que empapó el aliento. Miento si digo que encontré mi rumbo, pues es difícil sentirse seguro, a veces dudo que hago en este mundo, donde me aprietan segundos y duros. Duras sorpresas que llegan de golpe, planes que nunca se cumplen del todo, todo lo bueno que encontré en la vida fue compartir mi tiempo con vosotras. Otras que buscan la fama y el oro, yo me conformo con veros un rato, estas canciones son el mejor modo de recordar que seguimos soñando.